Aunque por cuestiones familiares he tenido que abandonar temporalmente el Patchwork, intento tejer algo cuanto tengo un rato y hoy he pasado una buena tarde con mi amiga Pilar, tomando café, charlando y ayudándola a componer su nueva colcha.
sábado, 23 de agosto de 2014
Relax...
Aunque por cuestiones familiares he tenido que abandonar temporalmente el Patchwork, intento tejer algo cuanto tengo un rato y hoy he pasado una buena tarde con mi amiga Pilar, tomando café, charlando y ayudándola a componer su nueva colcha.
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¿Qué ocurre en tu cerebro cuando tejes?
¿Qué ocurre en tu cerebro cuando tejes?
Hacer manualidades puede ayudar a
aquellos que sufren de ansiedad, depresión o dolor crónico, dicen los
expertos. También puede disminuir el estrés, aumentar la felicidad y
proteger al cerebro de daños causados por el envejecimiento.
Pocos estudios se han hecho
específicamente en cuanto a hacer manualidades, pero los neurólogos
empiezan a ver cómo estudios de actividades cognitivas, tales como
resolver crucigramas, también podrían aplicarse a quienes hacen
complejos patrones de 'quilting'. Otros están estableciendo conexiones
entre los beneficios que la meditación tiene en la salud mental, y el
zen que se alcanza al momento de pintar o esculpir.
"Está surgiendo una evidencia
prometedora para respaldar lo que muchas de las personas que hacen
manualidades han sabido desde hace bastante tiempo", dice Catherine
Carey Levisay, una neuropsicóloga autorizada y esposa de John Levisay,
director ejecutivo de Craftsy.com.
"Y es que crear algo -ya sea a través del arte, la música, la cocina,
el 'quilting', la costura, los dibujos, la fotografía o la decoración de
pasteles- nos beneficia de varias maneras".
Efectos similares a la meditación
Incluso hoy en día, años después de que
Huerta aprendiera a tejer por primera vez, ella sabe que puede perderse
horas en un patrón complejo.
El psicólogo Mihaly Csikszentimihalyi inicialmente
describió este fenómeno como fluidez: unos cuantos momentos en el
tiempo donde te absorbe tanto una actividad que nada más parece
importarte. La fluidez, dice Csikszentimihalyi, es el secreto de la
felicidad: una declaración que respalda con décadas de investigación.
"Cuando estamos involucrados en algo que
requiere creatividad, sentimos que estamos viviendo más plenamente que
durante el resto de nuestra vida", dijo Csikszentimihalyi en una
conferencia TED en 2004. "Sabes que lo que necesitas hacer es posible de
lograr, incluso si se trata de algo difícil, así que la sensación de
tiempo desaparece. Te olvidas de ti mismo. Te sientes parte de algo
mucho mayor".
Nuestro sistema nervioso solo puede
procesar cierta cantidad de información a la vez, explica. Ésa es la
razón por la que no puedes escuchar y entender a dos personas mientras
te hablan al mismo tiempo. Así que cuando alguien empieza a crear, su
existencia fuera de esa actividad se "suspende temporalmente".
"No le queda suficiente atención para
monitorear cómo se siente su cuerpo, o sus problemas en casa. No siente
hambre o cansancio. Su cuerpo desaparece".
Los efectos de la fluidez son similares a los de la meditación, dice la terapeuta ocupacional Victoria Schindler. La ciencia ha demostrado que la meditación puede, entre otras cosas, reducir el estrés y combatir la inflamación.
Nuestros cuerpos están en un constante
estado de estrés debido a que nuestro cerebro no puede establecer la
diferencia entre una reunión con el jefe y un ataque de un oso, dice
Schindler. Los movimientos repetitivos de tejer, por ejemplo, activan el
sistema nervioso parasimpático, lo cual disipa esa respuesta de "lucha o
huida".
En el estudio "Las bases neurológicas de la ocupación",
escrito en 2007, Schindler y la coautora Sharon Gutman afirman que los
pacientes podrían aprender a utilizar actividades como dibujar o pintar
para provocar la fluidez, lo cual ofrecería una manera no farmacéutica
de regular las emociones fuertes como el enojo, o prevenir los
pensamientos irracionales.
Un antidepresivo natural
El centro de recompensas en tu cerebro
libera un neurotransmisor llamado dopamina cuando haces algo agradable.
Los científicos creen que la dopamina originalmente estaba diseñada para
hacernos repetir actividades que ayudarían a la sobrevivencia de la
especie, como comer y tener sexo. Con el tiempo, hemos evolucionado de
tal manera que el cerebro también libera dopamina mientras pintamos
vidrio o decoramos un pastel.
"La dopamina en sí es nuestro
antidepresivo natural", dice Levisay. "En cualquier momento podemos
encontrar una forma que no involucre medicinas para estimular el centro
de recompensas... mientras más lo hacemos, mejor vamos a estar".
Hay evidencia de una encuesta que
respalda el efecto de la dopamina al hacer manualidades. En un estudio
realizado con más de 3.500 tejedores, publicado en The British Journal of Occupational Therapy,
el 81% de los encuestados respondieron que se sentían más felices
después de tejer. Más de la mitad informó que se sentían "muy felices".
Y la recompensa de las manualidades va
más allá de la creación. Ver el producto final decorando tus paredes -o
recibiendo los elogios de un ser querido- puede ofrecer varios estímulos
de ese químico que te hace sentir bien.
Hacer manualidades también mejora
nuestra auto eficacia, dice Levisay, o cómo nos sentimos respecto a
desempeñar tareas específicas. Los psicólogos creen que un fuerte
sentido de auto eficacia es clave para la forma en la que abordamos un
nuevo reto y superamos las decepciones en la vida. Así que, darte cuenta
de que, en realidad puedes tejer en crochet un suéter para tu sobrino,
te podría ayudar a hacer el próximo trabajo que te asigne tu maestro.
Las actividades creativas te pueden proteger del envejecimiento
Más de 35 millones de personas alrededor del mundo viven con demencia hoy en día. Para 2050, se espera que ese número se triplique, y los expertos se están apresurando para encontrar formas de proteger al cerebro de esta condición debilitante.
Los neurólogos solían creer que el
cerebro era un órgano estático, dice Levisay, y que una vez estaba
plenamente desarrollado a tus veintitantos años, todo lo que podías
hacer era perder el poder. Pero recientemente, la investigación ha
demostrado que nuestros cerebros son flexibles y pueden adaptarse a su
ambiente, incluso cuando la persona es de edad avanzada; éste es un concepto que se conoce como neuroplasticidad.
La evidencia que respalda este concepto
es abrumadora. Estudios han encontrado que las actividades que son
intelectualmente estimulantes, como aprender un nuevo idioma, pueden
ayudar a prevenir la atrofia cerebral y retrasan la demencia de forma
significativa. Y un ensayo clínico que
fue publicado recientemente muestra que la capacitación cognitiva puede
mejorar las habilidades de razonamiento y la velocidad de procesamiento
del cerebro hasta 10 años después de que dicha capacitación haya sido
completada.
"El siguiente paso natural es estudiar
otras actividades, no solo las pruebas de memoria o cognitivas", dice
Levisay. "¿Qué pasa con las actividades de manualidades? Esto es algo
que las personas hacen de forma natural porque son placenteras".
Hacer manualidades también es una
actividad única, dice Levisay, debido a la capacidad que tiene de
involucrar muchas áreas de tu cerebro. Puede mejorar tu memoria y lapso
de atención mientras involucra tu procesamiento visual-espacial, tu lado
creativo y tus habilidades de resolución de problemas.
Los científicos están empezando a
estudiar el impacto de las actividades recreativas en el cerebro. Jugar,
leer y hacer manualidades podría reducir tus probabilidades de
desarrollar impedimentos cognitivos leves en un 30 a 50%, según un estudio realizado en 2011 y publicado en The Journal of Neuropsychiatry.
"La hipótesis es que mientras más
estimulante sea tu ambiente... más estarás aumentando la complejidad del
cerebro, y así, es más lo que te puedes dar el lujo de perder", dice
Levisay. "Estás creando una reserva".
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